La relación entre Puerto y Ciudad ha generado debates. Olaf Merk, en su reporte para la OCDE, sostiene que los beneficios portuarios a menudo llegan a áreas alejadas del “hinterland” afectado por los impactos negativos. En Valparaíso, esta interacción ha sido desafiante. Su economía, construida alrededor del puerto, impacta directamente en la calidad de vida de sus habitantes. Así también, hasta ese año la empresa estaba enfrentando diversos problemas y conflictos con la comunidad y stakeholders, los que terminaron condicionando el plan de desarrollo del Puerto y afectando su posición competitiva.

En 2016 la Empresa Portuaria Valparaíso (EPV) se encontró ante un desafío estratégico: El escenario mundial tensionaba su posición competitiva debido a la consolidación de proyectos de incremento de capacidad en los principales puertos de la Región, mientras que en Chile, la empresa perdía las posibilidades de concretar sus proyectos de crecimiento principalmente por conflictos y problemas con la comunidad, stakeholders y concesionarios. El reto de la empresa iba más allá de la eficiencia operativa, su principal atributo competitivo. EPV necesitaba reinventar su estrategia en la relación puerto – ciudad para consolidarse como un actor sostenible dentro de la vida urbana de Valparaíso, extendiendo su compromiso con la sustentabilidad más allá de las operaciones portuarias. La meta era clara: convertirse en un puerto que genere valor económico, social y ambiental, integrándose armónicamente con la ciudad. Este objetivo demandaba una nueva visión que definiera la ruta para lograr concretar los proyectos de incremento de capacidad que se requerían para atender la mayor demanda de naves de mayor tamaño producto de la ampliación del canal de Panamá.

Entre 2016 y 2018, asesoramos la Empresa Portuaria Valparaíso (EPV), en la instalación de una estrategia centrada en la relación puerto – ciudad para instalar las condiciones necesarias para dar respuesta a los desafíos del sistema portuario de Valparaíso al 2030. La estrategia aspiraba a superar la gestión portuaria tradicional para convertir al Puerto Valparaíso en un nodo logístico eficiente y respetuoso con el entorno. Las iniciativas se centraron en 5 grandes ejes: Crecimiento, Competividad, Innovación, Personas y Relación Puerto – Ciudad. La visión se orientaba a crear un puerto eficiente, generador de nuevas oportunidades, comprometido con la sustentabilidad y que se integrara a Valparaíso respetando su patrimonio. Este plan sentó las bases para el futuro del puerto, propiciando su expansión y reforzando el liderazgo de Valparaíso como el puerto principal de Chile.